Un año después de que el alcalde de Arnedo (La Rioja) declarara ufano a la prensa local que se habían tomado medidas tras la denuncia de ATEA por la situación que sufrían numerosos perros en diferentes puntos del municipio, nuestra organización se ha visto obligada a interponer una segunda, al comprobar que en poco o nada ha cambiado el escenario. Asimismo, lamentamos que el Ayuntamiento riojano en ningún momento se ha dirigido desde entonces a esta organización para informar sobre qué medidas son esas. Consideramos este silencio un desprecio a la normativa vigente, y desde luego a la misma sociedad civil, que sin apenas recursos se ve obligada a hacerle el trabajo a la Administración, que más parece interesada en sortear la normativa vigente y no “incomodar” a ciertos convecinos. En tal sentido, nos seguimos preguntando por qué habría la ciudadanía en general de cumplir las leyes (cualquier normativa que se nos ocurra), mientras el consistorio referido hace caso omiso de las mismas. Nos gustaría que alguien nos ofreciese una explicación razonada sobre este doble rasero jurídico.
Si deseas que sigamos luchando por los animales, APÓYANOS.