SERES COMO LOS PERROS Y LOS GATOS DOMÉSTICOS (además de otros. como el ganado) hace miles de años que perdieron su sitio en la naturaleza. Nacen, viven y mueren dependiendo casi de forma absoluta de nosotros. Es precisamente esta situación la que les convierte en individuos vulnerables, y en víctimas propiciatorias de nuestra insensibilidad. ¿Qué siente un perro o un gato abandonado? Cualquiera que haya tenido la oportunidad de convivir con uno de ellos, sabe bien que nos adoptan como todo su referente emocional y de sustento. Cuando un animal que ha conocido el afecto de una familia es dejado a su suerte, en primer lugar le asalta el desconcierto. Puede hasta que, durante los primeros instantes, crea que se trata de un juego de dudoso gusto. Pero rápidamente sobreviene la angustia y el desasosiego. El hecho de no ser capaces de comprender nada les agudiza este dolor. Bien se trate de un abandono ilegal (en las circunstancias concretas en las que la ley lo prohibe) o de uno legal (dejarlo en un centro de recogida sin más explicaciones), el resultado para el animal siempre es el mismo: un padecimiento extremo. Durante una primera etapa tratará infructuosamente de encontrar a su dueño, para pasar luego al periodo de frustración. Esta nueva realidad pasa casi siempre una factura física. La pérdida de apetito y el nerviosismo constante hacen mella en el desesperado animal, que pierde peso y entra en un cuadro de autoabandono. Algunos simplemente se dejan morir, literalmente.
ABANDONAR UN ANIMAL que ha estado bajo nuestra tutela es un acto miserable como pocos, en la medida que podemos reconocer al individuo que, además ha formado parte de nuestro grupo afectivo.
SI NOS ATENEMOS A LAS CAUSAS ÚLTIMAS que provoca el abandono de unos cien mil perros y gatos en España al año, hay que recurrir a dos situaciones: por una parte, la actitud frívola de quienes hacen procrear a sus animales; por otra, la compra a criaderos profesionales. Se trata de una cuestión de carácter moral, pero también matemática: si quienes sienten la imperiosa necesidad de convivir con un animal adoptaran uno sin dueño, el problema se reduciría a la mínima expresión. Pero las tímidas campañas que la administración lleva a cabo contra el abandono no incide en estos parámetros, con lo que el problema se eterniza. Los perros y los gatos no votan, y quienes nos ocupamos de hacer valer sus derechos no tenemos una entidad suficiente para hacer la presión suficiente. La verdad es que, si la situación de nuestros “mejores amigos” es tan desesperada, difícilmente podemos ser estúpidamente optimistas respecto a otros campos en los que la sociedad está bastante menos concienciada.
PODEMOS HACER UNA LISTA -seguro que demasiado pequeña- de las causas del abandono de animales, la primera y fundamental es la CULTURA. El conocimiento nos lleva forzosamente a la responsabilidad y a buscar soluciones a posibles problemas, que la mayoria de las veces, en realidad no lo son tanto. Si abandonar un animal depende exclusivamente de los aspectos morales que ya posee la persona, estamos ante una lucha perdida. Hay otros factores externos que sobresalen por encima del aspecto meramente personal ya que, abandonar un animal es un acto que necesariamente tiene implicaciones no solamente para el pobre animal abandonado, sino también para la sociedad en su conjunto, y es esta sociedad la que debe intentar no solo paliar el problema sino buscar soluciones. Empecemos por que en la mayoria (por no decir todos) de los municipios o comunidades autonomas, es obligatorio que los animales de compañia tengan el microxip, pero.. ¿en cuantas se verifica eficientemente que el perro que pasea por la calle, efectivamente tiene puesto el microxip?, ¿se inspeccionan las jaurias de perros que tienen los cazadores?. Un vehiculo cualquiera, coche, camión, tractor o moto que circulase sin matricula, no tardaria en ser parado y multado fuertemente, ¿porque no se hacen campañas periodicas de comprobación del microxip por parte de las policias municipales correspondientes?, el coste es bastante reducido, esto unido a una persecución (¡no es algo tan complicado!) de la venta ilegal de animales, realmente el problema se reduciría drásticamente.