ATEA recibió una llamada de auxilio de la Asociación Socorro Animal Amigos de Milord (ASAAM-Bizkaia), para que diéramos aviso tanto a una clínica veterinaria como a la comisaría de la Ertzaintza más cercana, a fin de advertir de la presencia de una perra (pastor vasco) que se encontraba atada –con una pesada y corta cadena– a un tronco de maleza en una zona rural cercana al Bº La Peña (Bilbao). Todo apunta a que el animal había sido abandonado en el lugar para que falleciera de inanición. Soco (es el nombre que sus rescatadores le han puesto sobre la marcha) pesa apenas 12 Kg., cuando su peso normal –según criterio de los veterinarios que le prestaron los primeros auxilios– debería ser de algo más del doble. En las próximas horas ASAAM presentará una denuncia formal ante la Policía.
Si deseas que sigamos denunciando semejantes atrocidades, APÓYANOS.
Este lamentable suceso viene a engrosar la larga lista de atrocidades que se cometen a diario con los animales domésticos en Euskadi, y de manera particular con los perros, tanto en el medio rural como en la periferia de las zonas urbanas. A ello cabe añadir que una gran mayoría de ayuntamientos continúa haciendo caso omiso de tales hechos, y adopta ante los mismos una actitud de indolencia e incluso de directa inacción, comportamientos ambos que atentan contra la más elemental humanidad, sino contra la jurisprudencia establecida, pues hay que recordar una vez más que las entidades locales tienen, además de la potestad para actuar en el ámbito de la protección animal, la obligación de actuar de oficio. ATEA interpondrá asimismo una denuncia ante el Servicio correspondiente del Ayuntamiento de Bilbao, para que los hechos sean investigados y se logre así identificar a la persona que intentó matar a Soco de hambre y sed.
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