DENUNCIAMOS LA SITUACIÓN DE DOS PERROS PERMANENTEMENTE ATADOS EN SAN SEBASTIÁN

Nuestra organización ha interpuesto una denuncia ante el Servicio de Salud Pública y Bienestar Animal del Ayuntamiento de San Sebastián, tras constatar que dentro de una finca particular se encuentran al menos dos perros permanentemente sujetos a sendas cadenas, lo que sin duda les provoca un sufrimiento psicológico constante. No es necesario ser un avezado etólogo para concluir que los mamíferos en general –y los perros en particular– poseen necesidades emocionales básicas (formar parte de un clan, sentirse apreciados, ofrecer afecto, gestionar situaciones adversas), que al no ser satisfechas derivan en una afección mental que puede llegar a convertirse en una auténtica tortura para ellos. Salvo alguien aquejado de una falta de empatía de carácter patológico, cualquier humano adulto estándar debería comprender que para todo perro el confinamiento permanente supone una crueldad gratuita y como tal intolerable. De hecho, atar a un perro de por vida constituye con toda probabilidad uno de los tratos más crueles que podemos reservarle, con independencia de que este tipo de casos sean frecuentes en el medio rural e incluso en zonas urbanas: ello no demuestra sino que la ley se incumple de manera flagrante y masiva, la mayoría de las veces con la complicidad criminal de las distintas administraciones competentes en la materia. 

Si deseas que sigamos luchando por los animales, APÓYANOS. En tal sentido, esperamos y deseamos que el Ayuntamiento de Donostia sea una agradable excepción a la regla, y que actúe en consecuencia ante el caso denunciado, más cuando en su organigrama hay un Servicio que incluye el ilusionante epígrafe de “Bienestar Animal”. Una intervención ejemplar redundaría sin duda en la buena imagen que la ciudad tiene en múltiples facetas.   

Euskadi cuenta con una norma legal genérica específica en la materia desde hace más de dieciocho años, concretamente la Ley/1993, de 29 de octubre, de Protección de los Animales. Deducimos que la situación denunciada vulnera con claridad varios puntos de la misma, que en su Artículo 4.2.a prohíbe “Maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir sufrimientos y angustia injustificada”. En tal sentido, resulta obvio que no puede haber justificación posible para mantener a unos animales por naturaleza sociables como los perros atados de por vida a unos escasos metros de cadena, concluyendo por tanto que se trata de un evidente caso de maltrato, que afecta en un plano psicológico a dichos animales de forma severa. Asimismo, la misma normativa obliga a tener nuestros perros identificados con el consiguiente microchip (desconocemos si es en efecto el caso), a facilitarles asistencia veterinaria (ídem), amén de a procurarles ejercicio físico. Todos estos aspectos quedan recogidos en el Artículo 4.1 del texto: “El poseedor de un animal deberá mantenerlo en buenas condiciones higiénico-sanitarias, procurándole instalaciones adecuadas para su cobijo, proporcionándole alimentación y bebida, prestándole asistencia veterinaria y dándole oportunidad de ejercicio físico y atendiéndole de acuerdo con sus necesidades fisiológicas y etológicas en función de su especie y raza”. Podemos asegurar que a los citados perros no se les permite realizar el ejercicio físico que requiere todo animal (en particular algunas razas, como se ha apuntado). Entendemos además que su estado higiénico-sanitario es muy deficiente, por cuanto los propietarios se limitan a dirigir un manguerazo a la zona ocasionalmente, más por echar a la vía pública la porquería acumulada que por procurar a los animales una higiene propiamente dicha, de tal forma que la acumulación de suciedad provoca malos olores, perceptibles por quienes hacen uso del camino exterior. 

Paralelamente, se estarían vulnerando varios puntos de la Ordenanza Municipal para la Protección y Tenencia de Animales de Donostia-San Sebastián, de 20 de octubre de 1994, al menos los Artículos 8.1 y 9.1, que refieren respectivamente a obligaciones de los propietarios y a prohibiciones. Es por ello que desde ATEA se insta al citado Servicio a que se aplique la normativa vigente y se sancione como proceda a los responsables de los hechos, así como que se baraje la posibilidad de decomiso de los animales para que puedan ser adoptados por gente que de verdad se preocupe por ellos. 

 

VÍDEOS

 http://www.youtube.com/watch?v=_6HUn5fuKsw

 http://youtu.be/7gKzEO1fMEI

 http://youtu.be/TbJZuiKChRs

 http://youtu.be/Cm18Mkis4ew

 http://youtu.be/OG5cL96PCEs

 http://youtu.be/7SRIEENAk1U

 

 


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