Lamentablemente, hay más «cadenas perpetuas» que las que se aplican a los humanos ―y ya suponen estas castigos extremos―. Nos referimos a la [execrable] costumbre de mantener perros amarrados a perpetuidad, cuando ni siquiera puede achacárseles a estos culpa alguna, y por tanto no procede la imposición de castigo o pena (como si sucede con los humanos, por cierto).
Denunciamos tan criminal comportamiento a través de este artículo de opinión:
Solo con TU APOYO podremos seguir defendiendo a TODOS los animales. ¡Gracias!
Deja tus comentarios
Enviar un comentario como invitado